Se lesionaron Piqué y Puyol, y ahí estuvo Guardiola para recolocar a Mascherano como central y último defensa. Cayó Iniesta y ha irrumpido con fuerza Thiago, determinado también a consagrarse. Se rompió uno de los fichajes, Alexis, pero ha sido el otro, un brillante Cesc todoterreno, el que ha refrescado al equipo como jugador total en un nuevo sistema 3-4-3-. Se ha lesionado ahora Cesc y Guardiola se ha sacado de la chistera de sus improvisaciones la posición indefinida de Pedro y la ubicación inusual de Adriano como extremo derecho, decisivo ayer en la victoria en El Molinón.
En un momento en que todo parecía inventado en el Barça, aleccionados los técnicos para combatirle con la pizarra, Guardiola ha subido otro peldaño más. Reinventa al equipo para desconcertar. No todas sus pruebas tienen éxito, pero sí descubren el loable inconformismo del campeón.
Publicado en Diario Público 3-10-2011
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