sábado, 27 de octubre de 2012

Vilanova, un 'antilobbies'

Ir por libre siempre tiene sus riesgos, y mucho más en el Barça. Lo está descubriendo Tito Vilanova, cuya manera de actuar a su aire en su primer año como entrenador, tras ser corresponsable de los éxitos del equipo de Guardiola, no goza de la unanimidad ni del reconocimiento que merecen los brillantes resultados del equipo: líder en la Liga y en la Champions, con siete victorias y un empate. Son números excelentes que avalan su trabajo en el complicado año post-Guardiola, pero hay un entorno desafecto y cierta prensa que cerró filas con el anterior entrenador que no digiere nada bien el menor carisma del sustituto, sus cambios en el modelo, ni la positiva búsqueda de un estilo propio.


Vilanova quiere construir su marca personal en el Barça, y es bien lícito que lo haga. Está intentando dejar atrás el pasado, huye de las ideas prefijadas y hasta prescinde de cualquier aprobación de los ‘lobbies’ periodísticos. Tito destaca por su confianza, por tener las ideas claras e imponer sentido común a la mayoría de sus decisiones. Su fórmula sólo persigue crear nuevas alternativas para que el Barça pueda seguir ganando y, aunque los retoques exigen tiempo, lo está consiguiendo gracias a la mentalización de sus jugadores y el respeto que le tienen.

Paradigma de esa revolución ha sido Cesc, la gran aportación de Vilanova para evolucionar el juego de ataque. Hasta que el delantero de Arenys no ha logrado adornar sus grandes condiciones con la rotundidad de los goles, Cesc ha sido duramente incomprendido en el Camp Nou. Cierto estado de opinión le censura la anarquía e improvisación de su estilo de juego, que rompe con el juego de posición mecanizado por Guardiola. Hasta que la realidad, cruda y sencilla, se ha impuesto con argumentos: Cesc ha hecho mucho mejor a Messi. Y eso lo sabía Tito Vilanova, el primer entrenador que los alineó juntos como cadetes y que conocía el ilimitado potencial de reunirlos en una nueva variante de ataque.

La evolución del Barça incide en aumentar la verticalidad sin perder el control. Y en eso está hoy Vilanova, que por el camino –por los 11 goles en contra y el percance de las lesiones- ya está descubriendo el complejo entorno del Barça. Uno diría, por la incomodidad con que ya afronta algunas ruedas de prensa, que no le está sentando nada bien que a los irreprochables números del Barça se le estén buscando permanentemente los puntos negros. Igual se le cuestiona la alineación de Cesc como falso nueve, que los fallos de Valdés, el fichaje de Song o que haya tardado en hacer debutar al joven Bartra en un momento de tantas lesiones fortuitas.

Por resultados, efectividad y ambición de la plantilla es injusto que, pese a mantener la jerarquía y seguir compitiendo bien, a Tito le persiga el permanente recuerdo de Guardiola. Lo sorprendente, a la vista de su discreta personalidad, es que el nuevo entrenador encaje todos los desafíos. Si el carácter de los entrenadores se mide por sus decisiones, la valentía de Tito habla muy bien de su seguridad. Se siente cómodo a contracorriente. Y sabe que, sin ignorar la fuerza de la prensa, sólo necesita a los jugadores, que los tiene de su lado.

Publicado en www.diariogol.com

sábado, 20 de octubre de 2012

La madurez de Messi

Toda Argentina aclama, por fin a Messi, tras sus dos últimas victorias con la ‘albiceleste’, y es una novedad muy esperada, el peldaño que le faltaba por subir al mejor jugador del mundo. Hay algunas claves para ese cambio repentino, algunas técnicas y otras más personales, pero todas hablan de una evolución en la responsabilidad, mentalización y compromiso de la estrella del Barça. Los buenos resultados frente a Uruguay y Chile, rumbo al Mundial de Brasil 2014, han certificado la madurez de Leo que, a los 25 años, vive su mejor momento como un líder dentro y fuera del campo.

Ya no hay crítica alguna hacia el juego de Messi, ni al individualismo o la falta de carácter que le reprochaba cierta prensa de su país ante la irregularidad de algunos partidos con Argentina. Ahora tiene lo que quería, un ambiente de armonía y unanimidad a su alrededor. Si en Guardiola y Vilanova encontró los técnicos perfectos para su eclosión en el Barça, en la figura de Alejandro Sabella en el banquillo de Argentina está teniendo la ayuda que necesitaba para consagrarse en la selección. Juntos llevan 14 partidos, en los que Messi ha marcado 14 goles, pero lo mejor no es su efectividad, sino el liderazgo que ha asumido como capitán y referencia de la ‘albiceleste’

La transformación es producto de la libertad y confianza que le ha dado Sabella en un ataque de ensueño que forma junto a Agüero, Higuain y Di María. Argentina ha sabido crear el sistema (un ofensivo 4-3-3), el ambiente y las estructuras para arroparle y que se sienta a gusto. No lo supieron hacer antes Pekerman, Basile, Maradona ni Batista, con los que disputó Messi 70 partidos y sólo marcó 17 goles. El cambio espectacular de la estrella del Barça ha tenido que ver con el nuevo y sencillo método de Sabella, consecuente en no poner trabas a su talento y en la habilidad para la motivación: “Cuando vos tenés uno como Messi, hay que tenerlo contento. Eso le compete al cuerpo técnico y a los compañeros. Es una tarea grupal”.


A punto de ser padre por primera vez, Messi aparece más abierto, tranquilo y relajado por la estabilidad de su vida personal, junto a su compañera Antonella Rocuzzo. Ha superado el negativo aislamiento de su entorno, ha tomado el control de algunos asuntos personales y aceptado todas las responsabilidades a que le obligan estar en la cúspide del deporte. Son los signos de la madurez de Messi, que también confirman su espectacular rendimiento durante todo el 2012. Camino de su cuarto Balón de Oro y de superar el palmarés de otros mitos para ser el mejor de la historia, lo mejor de Messi es su inextinguible ambición.

Publicado en www.diariogol.com

viernes, 12 de octubre de 2012

Fin de la fiesta también en el deporte



Empujado por la crisis económica, el deporte español se predispone a entrar en el túnel de los recortes económicos, en un cambio de rumbo que presagia abandonos, precariedad y múltiples dificultades. Lejos quedarán los años dorados de las ayudas y subvenciones, porque las primeras noticias de esta nueva etapa ya son alarmantes: federaciones que no pagan a sus deportistas las cantidades prometidas, médicos y entrenadores despedidos en atletismo y una imagen como símbolo global: una doble medallista olímpica, la nadadora Mireia Belmonte, entrenándose en solitario, sin equipo, y prácticamente obligada a ‘emigrar’ a EEUU.
Algunos medallistas de Londres no han percibido ni un solo euro del dinero de las becas, correspondiente a los dos primeros trimestres de este año olímpico. Las federaciones se lavan las manos aduciendo la falta de liquidez y el resultado es un yermo panorama que pone en riesgo las carreras de nuestros mejores especialistas. La reducción de un 34% de las ayudas del CSD a las federaciones en los presupuestos del 2013 (de 48 millones de euros se pasa a 31) augura un ciclo de recesión, cuyos efectos son aún incalculables. La partida destinada a las federaciones no es el único recorte que afectará al deporte olímpico. También los centros de alto rendimiento recibirán sólo 10 millones, un 28% menos.

Técnicos y especialistas del deporte ya están advirtiendo de las consecuencias de esa drástica disminución de recursos. A partir de diciembre, como ya está ocurriendo en la federación de atletismo, se van a multiplicar los despidos y van a disminuir las becas propias, ayudas que permiten hacer realidad muchos de los sueños de los mejores deportistas españoles. Si decepcionante ha sido la participación de los atletas españoles en Londres, las predicciones con los recortes en las subvenciones apuntan a un regreso a la mediocridad de los años 70. Quedará el plan ADO, pero la crisis también amenaza su supervivencia tal como se ha desarrollado hasta ahora, cara a la preparación de los JJOO de Río de Janeiro-2016.

“No podíamos dejar que el deporte viviera a espaldas de lo que ocurre en la sociedad”. Así ha justificado Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, el ‘tijeretazo’ en los presupuestos federativos, que de 194 millones en el 2008 cayeron a 120 millones en 2011, y pasarán a ser de 61 millones en 2013. En la nueva etapa, adaptada a los imperativos de la nueva realidad económica, se impondrá –aseguran--, el objetivo del déficit cero. O lo que es lo mismo, se obligará a las federaciones a una reestructuración administrativa de todas sus áreas, la búsqueda obligada de patrocinios, reducción de gastos superfluos, concentraciones previas y competiciones de preparación, así como de los viajes al extranjero.



El fin no es otro que acabar con un ciclo de excesos, mala gestión y sueldos directivos abusivos en las federaciones peor gestionadas, pero, siendo justificable, la decisión trae consigo también un claro empeoramiento de las estructuras y la capacidad para motivar a los deportistas de élite. De hecho, es el anuncio del fin de fiesta, y puede que el primer paso para enterrar una época fructífera de apoyo, dedicación y ayudas al deporte de donde han salido muchos de los campeones de las últimas décadas.

Publicado en www.diariogol.com

sábado, 6 de octubre de 2012

Las dos banderas del Barça


Hay en Madrid un sentimiento de incomprensión, rechazo y cierto miedo a la combustión de sentimientos que se vivirán el domingo en el ambiente del clásico del Camp Nou. Quienes denigran la relación entre deporte y política olvidan que nunca como ahora el orgullo deportivo por los éxitos del Barça y el ansia de expresión catalanista, ligada históricamente al club, han estado tan armonizados y en un punto de máxima necesidad de expresión. El Madrid se encontrará con un Camp Nou convertido en una olla a presión, y con un Barça que hoy enarbola dos banderas: la de un club global, que exhibe un fútbol pletórico, admirado y victorioso, con el que se identifica toda su masa social, y la de una entidad centenaria adscrita a defender siempre la imagen de Catalunya.

No hay que olvidar tampoco la resonancia mundial de los Barça-Madrid y que esta vez converge en el partido una coyuntura de reivindicación nacionalista ideal para que el Barça asuma su condición de ‘més que un club’ y vuelva a recuperarse aquella vieja etiqueta que le colgó Vázquez Montalbán durante el franquismo, calificándole de ‘ brazo armado de Catalunya’. No es la primera vez que se exhibirá un mosaico con la ‘senyera’ en el estadio barcelonista, pero sí la ocasión que, con más vehemencia y claridad, todo el movimiento independista trate de internacionalizar sus reivindicaciones, de ahí la proclama ‘Totes les estelades al Camp Nou’. 

La instrumentación del fútbol por los conflictos sociopolíticos está en la historia del mismo deporte, y este Barça-Madrid se presenta como la sublimación de una rivalidad social, política y deportiva que va mucho más allá del terreno de juego. Y quizá por eso tampoco ha dudado el presidente Rosell –traicionando incluso lo que les contó a los socios en la campaña electoral- a poner al club “al servicio de Catalunya”, con un minireferendum en el estadio a favor o en contra de la independencia. 

La realidad es que, ni en la grada ni en el campo, el Barça ha querido esta vez desperdiciar la ocasión de fundir sus dos banderas, la catalana y la futbolística, para defender ante los ojos de todo el planeta el orgullo de –en palabras de Pep Guardiola- “ese país pequeño de ahí arriba”.

Publicado en www.diariogol.com