Messi, Iniesta y Ronaldo. Eric Gaillard (Reuters) |
Una de las enseñanzas que ha dado el Barça al mundo es que no sólo importa ganar, sino que es mucho más
importante la forma en que se logran los triunfos. Lo que se admira del equipo azulgrana son los
valores que muestra, el respeto al adversario, la solidaridad en el esfuerzo y,
sobre todo, su capacidad de superación tras los éxitos. La Gala de la FIFA reconocerá
otra vez todo ese compromiso, aunque los premios sean individuales y los
honores se los lleven Messi, Iniesta y Guardiola. Los tres han vuelto a ser nominados
por todos los éxitos del grupo, que tendrá, además, hasta 10 de sus jugadores
entre los aspirantes a entrar en el Equipo del Año. Es un reconocimiento unánime
a la filosofía marcada por el Barça para forjar jugadores en la cantera y,
especialmente, a la ambición para crear este ciclo triunfal.
Tampoco hay dudas sobre la superioridad de Messi, que apunta a ganador para romper
todos los récords y ser el primer futbolista en conquistar cuatro Balones de
Oro consecutivos. Por sexta vez, el
‘10’ del Barça figura en la lista de los tres mejores del año --junto a
Cristiano Ronaldo e Iniesta--, recompensa a una temporada espléndida y difícil
de mejorar. Con su incomparable alma competitiva, Leo ha vuelto a aumentar
partido a partido sus desafíos: ha sido
Bota de Oro en el 2012 y está a solo tres goles de los 85 que marcó como techo,
en una sola temporada, el alemán Gerd Muller. Sus méritos merecen toda clase de elogios y
los ha resumido descriptivamente el brasileño Ronaldo Nazário: “Messi está un
peldaño más arriba que los demás”. Más
reveladora aún es la admiración que despierta en excompañeros como Etoo: “Hace cosas que nadie ha hecho nunca y nos hace soñar a
todos”.
Iniesta y Messi celebran un gol con el Barça. AFP |
Además de sus méritos
en el campo y sus genialidades con el balón, lo que se valora de Messi es su
singularidad. Como los buenos líderes, Leo va por la vida sin intención de
serlo. Y su humildad y sencillez también se volverán a aplaudir en Zúrich,
tanto como las de Iniesta, que merece igualmente
el premio por su contribución al espectáculo y por ayudar a Messi a ser el
mejor jugador del mundo. Estar entre los finalistas de la FIFA es ya un gran éxito,
pero, además, las estrellas del Barça se
llevarán otro trofeo más especial, el
aplauso a la ejemplaridad de su labor colectiva. El mundo del fútbol se
rinde a esa obra coral que enseña que con unidad, confianza y sacrificio todo
se puede conseguir.
Publicado en www.diariogol.com