sábado, 11 de febrero de 2012

Un Barça con concesiones ¿claudica Guardiola con la Liga?

En una noche helada, el Barça ha dado un paso atrás, quizá ya definitivo, para despedirse de la Liga. Son muchos puntos y muchas concesiones frente a un Madrid que no está en tres competiciones como los azulgranas. En la derrota de Pamplona, provocada, sobre todo,por los méritos de Osasuna, se ha juntado también la peor imagen de esta temporada del equipo blaugrana. Acostumbrado a dominar con suficiencia los partidos, esta vez se ha visto frialdad en la primera media hora de juego, falta de adaptación al viento y al frío en un campo en malas condiciones, despistes defensivos poco habituales de Puyol y Piqué, poca presión e intensidad en el eje central frente a un rival motivadísimo y una sensación general de cansancio, sobre todo mental, reflejados en un Messi titubeante, que han sido aprovechados por Osasuna, para ponerse en clara ventaja y defenderla hasta el final.

 Sin Xavi, Iniesta y Cesc, reservados por Guardiola, y con un Messi  demasiado intermitente, al que nunca se le ha visto cómodo en el campo, el Barça ha perdido esta noche muchas de las señas de identidad que le han hecho fuerte.  En la alineación de Guardiola --que parece gestionar como puede la escasez de recursos de la plantilla-- ha habido algo de mensaje de renuncia, de que no tiene una plantilla para resistir físicamente las exigencias de tres competiciones, sobre todo cuando debe afrontar la semana que viene el importante partido en Leverkusen. Quizá por eso le ha dado a jóvenes como Sergi  Roberto y Thiago, y después Cuencia y Tello, la responsabilidad de mantener el rendimiento para aguantar las opciones del Barça en la Liga. Aun siendo meritoria esa apuesta por la cantera, la impresión que ha dado el equipo es que está ahora  muy justo y con la inspiración extraviada.

Pese a una elogiable reacción en la segunda mitad, donde ha merecido como mínimo empatar, el Barça ha perdido por sus lagunas, porque echa de menos al mejor Messi y porque debe gestionar mejor los partidos de dura pelea, como el de Osasuna, en los que se le exige la máxima intensidad. Y, pese a su mala actitud y sus errores, también ha sido perjudicado, de nuevo, por decisiones arbitrales cuestionables, como una posición reglamentaria de Alexis, castigada con fuera de juego, con clara opción de gol, o el tanto anulado a Tello,  porque hasta ha tenido dudas el juez de línea en su posición ilegal. 

Es ya un signo irreversible de la temporada que en caso de duda, el Barça salga castigado. Es la realidad cruda y sencilla que ha ido marcando el campeonato, porque se acumulan ya muchos encuentros con jugadas polémicas. Al margen de los arbitrajes, lo que ha preocupado es ver hoy un Barça estancado e irregular, que baja su rendimiento con los cambios y que hoy, con una primera mitad decepcionante, no ha sabido jugar un partido clave para sus aspiraciones.