viernes, 28 de septiembre de 2012

El 'no' de Guardiola a Rosell



Sandro Rosell ha podido presumir esta semana en Nueva York del buen momento
deportivo e institucional que vive el Barça. Menos con Pep Guardiola – un
reencuentro muy esperado que no se produjo por la premeditada ‘huida’
a Chicago del exentrenador del club--, Rosell ha podido rentabilizar todos
sus actos previstos, entre ellos las relaciones de patrocinio con Unicef y hasta una
minientrevista con Bill Gates , para abonar la dimensión mundial de la entidad como
modelo de gestión. Los éxitos deportivos y el crecimiento de la ‘marca Barça’ son hoy
dos activos suculentos para generar ingresos, justo lo que más necesita ahora
la directiva azulgrana para enjugar una deuda que sigue siendo muy elevada (330
millones de euros), convertida en todo un quebradero de cabeza para los
presupuestos de los próximos años y los deseos de crecimiento.

Avalado por la unanimidad con la que la asamblea de compromisarios ha aprobado

las cuentas del club, Rosell disfruta de un momento de paz social insólito en la reciente
historia del Barça. La oposición parece desactivada y desaparecida. Con Ferran
Soriano emigrado a la ‘Premier’, Joan Laporta enfrascado en la política y en la necesidad
de un acercamiento para frenar la acción de responsabilidad contra su gestión, y Agustí
Benedito trabajando en la sombra, Rosell puede ejercer a sus anchas, sin voces discordantes que fiscalicen sus pasos en falso. Y después de prometer en las
elecciones máxima transparencia y democratización, el presidente azulgrana no ha exhibido
rubor alguno para permitir el esperpento que fue el acto de las preguntas de los
compromisarios. Con la intención de impedir cualquier debate, fueron fijadas por la junta
al final de la asamblea, en horario de partido y a toda prisa, en una sala semivacía.
¿A eso le llaman dar la voz al socio?

A nadie ha pasado desapercibido que el presidente del Barça, con una junta que le
sigue fiel hace y deshace ahora a su gusto, al precio de traicionar incluso el
ideario de su campaña. No está siendo transparente cuando le piden que aclare sus
negocios en Brasil, y elige respuestas turbias y nada convincentes. Y sorprende, sobre
todo, que aquella imagen moderada y apolítica que lució en las elecciones, para
recriminarle a Laporta su confeso independentismo, haya dejado paso a un Rosell intervencionista y apasionado. No ha dudado ahora el presidente en posicionarse en
la festividad de la Diada –dice que a título personal— para lucir su catalanismo sin
tapujos, calentando así, de manera intencionada, el Barça-Madrid.

En un clima de bonanza deportiva y extraña unidad, 
Rosell se está beneficiando del
viento a favor, pero incurre en pasos en falso que dejan al descubierto sus dos
caras. Y es lo que ha querido significar Guardiola, al declinar el encuentro y la foto de
Nueva York.

Publicado en www.diariogol.com

domingo, 16 de septiembre de 2012

Tito, a su aire


En un campo tradicionalmente difícil para el Barça, donde acababa de tropezar el Real Madrid, Tito Vilanova se decidió a dar un golpe de mando, una demostración de plena autoridad. La personalidad de los entrenadores se mide por sus decisiones en momentos de tensión, y la valentía de Tito en el partido de Getafe, al decidir dejar de inicio en el banquillo a Messi y Alves, habla  muy bien de la seguridad del técnico. Tras la semana de compromisos internacionales y en un día donde por lesión no podía contar con Iniesta, Alexis y Alba, el nuevo entrenador del Barça quiso lanzar un mensaje explícito ante quienes dudan aún de su capacidad.  Desoyendo recelos y críticas, Tito va su aire, ejecuta sus alineaiones sin condicionarse por el qué dirán, mueve a sus hombres con habilidad y trata de huir del perenne recuerdo de Guardiola.

Y, de momento, todo le sale bien. Cesc hizo de Messi y el ‘4’ volvió a reencontrarse con su mejor nivel, punzante en sus asistencias y su privilegiada visión de juego. Montoya sustituyó a Alves y acreditó con su confianza que está preparado para cualquier partido. Y Thiago, tras una larga ausencia, reemplazó a Iniesta con otra exhibición de técnica y saber estar en el campo. Pese a las ausencias y con un equipo titular formado por 10 jugadores de la cantera, más Adriano, Vilanova logró esta vez reafirmar la identidad del Barça y garantizar que la continuidad del método y el modelo están preservadas. El triunfo y la goleada, engrandecidos con la participación después de Messi y Villa, han reforzado a Vilanova desde todos los puntos de vista. También en el de la gestión, por cómo supo convencer a Messi de que, esta vez, su presencia era mejor en la segunda mitad, parar romper el partido.


Después de un año sin perderse un minuto, desde que Guardiola optara por sentarle en Anoeta tras una jornada de selecciones, Messi aceptó el descanso. Alegre y  motivado, ‘La Pulga’ destrozó el partido en la segunda mitad, pero el Barça  ya ganaba 0-1 y se había mostrado muy seguro en el campo.  Nada más saltar al césped, el argentino provocó primero una tarjeta, pudo forzar un penalti de Torres, que se tragó el pésimo árbitro Teixeira Vitienes --¿es un aviso de lo que le espera al Barça este año?—y, más tarde, transformó –esta vez sin dudas—una clara pena máxima sobre Pedro. Luego empujó fácilmente a la red una asistencia del lateral Montoya. Marcar y decidir saliendo de suplente es otra de las virtudes del argentino, aunque hacía tres años que no sucedía fuera del Camp Nou, precisamente, en Getafe. Lleva 8 goles esta temporada,  6 en la Liga. Y suma ya 61 en todo el 2012, uno más que los que marcó en el espectacular 2010.

A Messi se le ve alegre y distendido, a punto de estrenar paternidad, libre para acometer nuevos desafíos y ese es el mejor síntoma para el Barça. Un gran contraste con la tristeza y los problemas de Ronaldo en el Madrid., cuya derrota en Sevilla, con fallos de concentración y mentalidad para sufrir, le deja ya a ocho puntos de los azulgranas. La unión de Tito con sus jugadores está fortaleciendo al Barça, mientras su rival, pese al triunfo en la Supercopa, sigue atascado en las punzantes críticas de Mourinho a sus futbolistas y sin ningún ademán de autocrítica.