Las imágenes de la renovación de Leo Messi con el
Barça hasta el 2018 han dado la vuelta al mundo e inundado las redes sociales.
Han sido la confirmación y exposición
pública de un gran éxito del club azulgrana, por su apuesta y apoyo al
jugador desde pequeño, y por una relación fructífera de respeto, cuidado a su
trayectoria y, sobre todo, valoración. El resultado ha sido un entendimiento
perfecto, que ha traído títulos al club y éxitos personales a la estrella, como
los cuatro Balones de Oro. La imagen del
acuerdo y la firmeza de la unión trascienden el simple pacto económico.
Nadie cuestiona hoy lo que le cuesta Messi al Barça, que pasará a ser el
jugador más bien pagado del mundo, con 17 millones de euros anuales y la conservación
de sus derechos de imagen como una parte importante del acuerdo. Sólo por
ellos, el argentino tiene suscritos 20 millones de euros en contratos
publicitarios.
Messi
se identifica con el Barça y ese es el más visible triunfo del club, todo un
mensaje potente que lanzar en el mercantilizado mundo del fútbol.
Son muchos los clubs que miran con envidia la operación económica y publicitaria
que el Barça ha logrado con el mejor jugador del mundo. De ahora en adelante, la necesidad de encontrar las estrellas
mediáticas del futuro con las que garantizar los máximos ingresos va a provocar
una espiral de competencia terrible entre los grandes clubs, y lo que ha
conseguido el Barça es situarse con ventaja en la carrera por el valor añadido
que le da la felicidad de Messi. Pero no hay tregua en esa competición para
captar al delantero emergente al que se le vean condiciones de llegar a lo más
alto. Basta ver los palcos de los estadios de la Copa de África o del
Suramericano Sub-20 llenos de emisarios de los grandes clubs europeos a la caza
de las futuras estrellas.
Todos quieren al nuevo Messi, y el mejor situado
para sucederle es el brasileño Neymar, a quien el Anzhi ruso, el PSG o el Manchester
City comprarían hoy a cualquier precio. El club inglés, barrido dos años
seguidos de Europa, es hoy una de las verdaderas amenazas para el Barça en la
contratación del brasileño, por la urgente necesidad de impulsar el nuevo
proyecto de los jeques, que gestionan Ferran Soriano y Txiki Begiristain .
Pero, ¿cuánto vale hoy Neymar? Esa es la pregunta que el padre y los agentes
de uno de los delanteros más prometedores del planeta no quieren aún responder,
aunque tengan diseñada toda una poderosa estrategia de negociación para sacarle
partido al diamante que tienen entre manos.
Publicado en www.diariogol.com