domingo, 10 de febrero de 2013

Neymar y la foto de Messi



Las imágenes de la renovación de Leo Messi con el Barça hasta el 2018 han dado la vuelta al mundo e inundado las redes sociales. Han sido la confirmación y exposición  pública de un gran éxito del club azulgrana, por su apuesta y apoyo al jugador desde pequeño, y por una relación fructífera de respeto, cuidado a su trayectoria y, sobre todo, valoración. El resultado ha sido un entendimiento perfecto, que ha traído títulos al club y éxitos personales a la estrella, como los cuatro Balones de Oro. La imagen del acuerdo y la firmeza de la unión trascienden el simple pacto económico. Nadie cuestiona hoy lo que le cuesta Messi al Barça, que pasará a ser el jugador más bien pagado del mundo, con 17 millones de euros anuales y la conservación de sus derechos de imagen como una parte importante del acuerdo. Sólo por ellos, el argentino tiene suscritos 20 millones de euros en contratos publicitarios.

Messi se identifica con el Barça y ese es el más visible triunfo del club, todo un mensaje potente que lanzar en el mercantilizado mundo del fútbol. Son muchos los clubs que miran con envidia la operación económica y publicitaria que el Barça ha logrado con el mejor jugador del mundo. De ahora en adelante, la necesidad de encontrar las estrellas mediáticas del futuro con las que garantizar los máximos ingresos va a provocar una espiral de competencia terrible entre los grandes clubs, y lo que ha conseguido el Barça es situarse con ventaja en la carrera por el valor añadido que le da la felicidad de Messi. Pero no hay tregua en esa competición para captar al delantero emergente al que se le vean condiciones de llegar a lo más alto. Basta ver los palcos de los estadios de la Copa de África o del Suramericano Sub-20 llenos de emisarios de los grandes clubs europeos a la caza de las futuras estrellas.

Todos quieren al nuevo Messi, y el mejor situado para sucederle es el brasileño Neymar, a quien el Anzhi ruso, el PSG o el Manchester City comprarían hoy a cualquier precio. El club inglés, barrido dos años seguidos de Europa, es hoy una de las verdaderas amenazas para el Barça en la contratación del brasileño, por la urgente necesidad de impulsar el nuevo proyecto de los jeques, que gestionan Ferran Soriano y Txiki Begiristain . Pero, ¿cuánto vale hoy Neymar?  Esa es la pregunta que el padre y los agentes de uno de los delanteros más prometedores del planeta no quieren aún responder, aunque tengan diseñada toda una poderosa estrategia de negociación para sacarle partido al diamante que tienen entre manos.

 Pese a que Sandro Rosell fue listo al adelantarse y pagar 10 millones para bloquear cualquier futura negociación del Santos, parece obvio que, con el precedente de Messi, no va a ser una operación sencilla. Va a ser difícil competir con los petrodólares y será el círculo de Neymar quien al final impondrá el precio, además de la propia voluntad del jugador. Con los valores y el prestigio son con los que el Barça va a tener que competir, mucho más que con el dinero de su oferta. Y no hay mejor argumento para persuadir a Neymar que la sonrisa que luce Messi tras vincularse al Barça hasta los 31 años. Un contrato que lleva la firma del agradecimiento y la fidelidad.


Publicado en www.diariogol.com

miércoles, 6 de febrero de 2013

El ‘bolo’ de Qatar


Las dificultades financieras por las que pasan algunos clubs de la Liga española están dibujando un panorama dramático, que ha exigido una reacción desde los organismos de poder del deporte. Al fin, se han decidido a poner un límite al descontrol en los fichajes y a una imparable deuda, que ya supera los 3.500 millones. Esa triste realidad de muchos clubs españoles, en concurso de acreedores y al borde de la quiebra, retrata con crudeza un modelo económico insostenible. Es el lado negro del fútbol español que contrasta, paradójicamente, con la bonanza que vive la Federación Española de Fútbol y su inagotable explotación de los éxitos de la selección.

El miércoles que viene España jugará un nuevo amistoso, esta vez frente a Uruguay y en Qatar, el país que está ahora en el punto de mira por sus ‘generosos’ patrocinios deportivos --entre ellos, el Barça— y las sospechas de corrupción para hacerse con la organización del Mundial 2022, denunciadas por el semanario ‘France Football’. Han salpicado a una trama de dirigentes, entre los que están Ángel Máría Villar y Sandro Rosell.  Nunca ha habido transparencia en el dinero que financia el Emirato y, en medio de los supuestos favores y pactos ocultos, lo único cierto es que la Federación se embolsará tres millones de euros por un ‘bolo’ con sus internacionales. Continuará así con una rentable explotación del título mundial por todos los continentes, medida paliativa para sus arcas y que ha permitido al presidente Villar renunciar a las subvenciones del CSD y, de esta manera, a la fiscalización de las cuentas federativas que le pusieron contra la pared.

 Los partidos de España y el prestigio actual de sus futbolistas esconden la situación límite de muchos de sus clubs, y la pérdida de prestigio de la Liga, mal gestionada y peor administrada. La situación la quieren paliar ahora la LFP y el CSD con un nuevo reglamento económico que, a partir de la próxima temporada, controlará a aquellas entidades que no tengan saneadas sus cuentas para impedirles fichar. Son tiempos de apretarse el cinturón, salvo para la Federación, que exprime a los internacionales españoles con alegría, buscando el dinero allá donde sea, Panamá, México o los petrodólares de Qatar. A Villar, preocupado únicamente por los contactos internacionales, le sigue yendo bien mirar para otro lado

Publicado en www.diariogol.com