sábado, 20 de octubre de 2012

La madurez de Messi

Toda Argentina aclama, por fin a Messi, tras sus dos últimas victorias con la ‘albiceleste’, y es una novedad muy esperada, el peldaño que le faltaba por subir al mejor jugador del mundo. Hay algunas claves para ese cambio repentino, algunas técnicas y otras más personales, pero todas hablan de una evolución en la responsabilidad, mentalización y compromiso de la estrella del Barça. Los buenos resultados frente a Uruguay y Chile, rumbo al Mundial de Brasil 2014, han certificado la madurez de Leo que, a los 25 años, vive su mejor momento como un líder dentro y fuera del campo.

Ya no hay crítica alguna hacia el juego de Messi, ni al individualismo o la falta de carácter que le reprochaba cierta prensa de su país ante la irregularidad de algunos partidos con Argentina. Ahora tiene lo que quería, un ambiente de armonía y unanimidad a su alrededor. Si en Guardiola y Vilanova encontró los técnicos perfectos para su eclosión en el Barça, en la figura de Alejandro Sabella en el banquillo de Argentina está teniendo la ayuda que necesitaba para consagrarse en la selección. Juntos llevan 14 partidos, en los que Messi ha marcado 14 goles, pero lo mejor no es su efectividad, sino el liderazgo que ha asumido como capitán y referencia de la ‘albiceleste’

La transformación es producto de la libertad y confianza que le ha dado Sabella en un ataque de ensueño que forma junto a Agüero, Higuain y Di María. Argentina ha sabido crear el sistema (un ofensivo 4-3-3), el ambiente y las estructuras para arroparle y que se sienta a gusto. No lo supieron hacer antes Pekerman, Basile, Maradona ni Batista, con los que disputó Messi 70 partidos y sólo marcó 17 goles. El cambio espectacular de la estrella del Barça ha tenido que ver con el nuevo y sencillo método de Sabella, consecuente en no poner trabas a su talento y en la habilidad para la motivación: “Cuando vos tenés uno como Messi, hay que tenerlo contento. Eso le compete al cuerpo técnico y a los compañeros. Es una tarea grupal”.


A punto de ser padre por primera vez, Messi aparece más abierto, tranquilo y relajado por la estabilidad de su vida personal, junto a su compañera Antonella Rocuzzo. Ha superado el negativo aislamiento de su entorno, ha tomado el control de algunos asuntos personales y aceptado todas las responsabilidades a que le obligan estar en la cúspide del deporte. Son los signos de la madurez de Messi, que también confirman su espectacular rendimiento durante todo el 2012. Camino de su cuarto Balón de Oro y de superar el palmarés de otros mitos para ser el mejor de la historia, lo mejor de Messi es su inextinguible ambición.

Publicado en www.diariogol.com

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