Venía el Atlético de Falcao y Diego a cuestionar su superioridad y se marchó, como otros, con la cabeza baja, abatido y derrotado, sin respuestas al vendaval que se le vino encima. No le basta al Barça con ganar, sino que lo quiere hacer aplastando. Al menos en su campo, donde juega con una convicción en su estilo abrumadora. Hizo anoche otra demostración intachable de eficacia con su nuevo sistema (3-4-3), que apoya en tres claves que domina: defensa adelantada, presión asfixiante sobre el rival y búsqueda de espacios para la libre creatividad de todo su ataque.
Había encajado solo un gol el Atlético antes de llegar al Camp Nou, y se marchó ayer con cuatro, humillado por un mediocampo azulgrana colosal, donde Cesc y Thiago dan frescura, escondiendo la notable ausencia de Iniesta. Para ellos, pero especialmente para Xavi, brújula y timón a la vez, ha ideado Guardiola el nuevo esquema, con el reto de que amplíen su lucimiento técnico. Así lo hicieron frente a un Atlético más blando de lo previsto. No se puede aspirar a vencer al Barça dejándole pensar. Y, especialmente, dándole un metro a Messi para que imagine sus regates. Manzano tomará la lección, en un equipo que tiene buena pinta, pero que no está aún para codearse con los más grandes.
Publicado en Diario Público 25-09-2011
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