domingo, 25 de septiembre de 2011

Fiesta mayor en el Barça

Jornada redonda en el Camp Nou para el presidente Rosell,  y también para Guardiola  y  el Barça, que nunca había disfrutado de tanta paz institucional y excelencia deportiva. La directiva supo sortear ayer con súplicas a los socios, demagógicos argumentos y planificada habilidad una asamblea muy comprometida. Pero salió reforzada, como también el equipo, con otra brillante exhibición de lo que es capaz. Son días de festejos y armonía en la ciudad y en el club.

Venía el Atlético de Falcao y Diego a cuestionar su superioridad y se marchó, como otros, con la cabeza baja, abatido y derrotado, sin respuestas al vendaval que se le vino encima.  No le basta al Barça con ganar, sino que lo quiere hacer aplastando.  Al menos en su campo, donde juega con una convicción en su estilo abrumadora.  Hizo anoche otra demostración intachable de eficacia con su nuevo sistema (3-4-3), que apoya en  tres claves que domina:  defensa adelantada, presión asfixiante sobre el rival y búsqueda de espacios para la libre creatividad de todo su ataque.

 Había encajado solo un gol el Atlético antes de llegar al Camp Nou, y se marchó ayer con cuatro, humillado por un mediocampo azulgrana colosal, donde Cesc y Thiago dan frescura, escondiendo la notable ausencia de Iniesta. Para ellos, pero especialmente para Xavi, brújula y timón a la vez,  ha ideado Guardiola el nuevo esquema,  con el reto de que amplíen su lucimiento técnico. Así lo hicieron frente a un Atlético más blando de lo previsto. No se puede aspirar a vencer al Barça dejándole pensar.  Y, especialmente, dándole un metro a Messi para que imagine sus regates. Manzano tomará la lección, en un equipo que tiene buena pinta, pero que no está aún para codearse con los más grandes.

Publicado en Diario Público 25-09-2011

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