viernes, 26 de agosto de 2011

Messi potencia a Cesc

Más musculado, con la mirada fiera y la ambición regenerada,, Leo Messi irrumpe, en la nueva temporada, renovado y feliz.  Nadie puede con él.  Fue el jugador decisivo para tumbar el Madrid en la Supercopa española, y lo volvió a ser en Mónaco, donde, además de ser elegido mejor jugador europeo del 2010, demostró, en el mejor escenario posible, que no está cansado de ganar. Contrariamente a lo que ha ocurrido con otras estrellas, la ilusión de Messi no decrece,  pese a los elogios y los premios. Tiene, además, este año nuevos estímulos. El mejor es la llegada de un viejo amigo, Cesc Fábregas, con quien jugó de cadete y se entiende en el campo casi con los ojos cerrados.

Un pícaro regate, con un amago con la izquierda, le sirvió a Messi para aprovechar un regalo defensivo del Oporto. Una combinación con Cesc, el nuevo fichaje, exprimiendo los 10 minutos que jugó, sentenciò la final con otro título. El gol del ídolo y su gran asociación con Cesc subsanaron un mal partido en defensa de los azulgranas. La apuesta de Guardiola por Abidal y Mascherano como centrales, junto a Keita como mediocentro, en lugar de Busquets, dejó ver graves problemas en la salida del balón.  No es fácil ser central del Barça, y lo han demostrado los fallidos fichajes de Cáceres y Tchigrinski, de ahí que el técnico se ha decidido por el oficio.  Con los recursos de la experiencia, trató de corregir el Barça la incómoda presión del Oporto, que supo hacer bien el achique de espacios y hasta provocar un penalti de Abidal, que el árbitro no quiso ver.  Al Oporto, que supo asfixiar las ideas del Barça, solo le faltó frenar el talento de Messi  y  las ganas de agradar de un gran fichaje que dará que hablar.

Publicado en Diario Público 27-08-2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario