Si el barómetro de un líder es la autoconfianza, el Barcelona ha acertado con Tito Vilanova. Todas sus apariciones, desde que el club decidiera apostar por él como sucesor de Guardiola, han ido encaminadas a demostrar que está seguro y preparado para el reto. Tito Vilanova representa la normalidad, la continuidad del método y el estilo con los que el Barça se ha ganado el reconocimiento de toda su afición. Los cimientos, por tanto, son seguros. Y los refuerzan los conocimientos técnicos del nuevo entrenador, como ha demostrado la elección del camerunés Song, un excelente mediocentro, muy acreditado en la Liga inglesa, para ocupar la baja de Keita. El nuevo proyecto, con Messi siempre como referente, arranca, por tanto, desde la seguridad, la autoconvicción y la esperanza de que Vilanova sabrá encontrar el camino para nuevos éxitos.

A los conocimientos de Vilanova le acompañan la motivación
de los jugadores, el aspecto que puede ser más determinante para que no se tuerza el inicio de temporada. En
estos comienzos de nueva etapa, el Barça necesita, sobre todo, buenos resultados, por encima del buen juego. Sólo si Messi y compañía muestran una firme unidad con el técnico,
se logrará el punto de equilibrio imprescindible para la calma social y para que la temporada del
Barça pueda traer más éxitos y títulos.
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