sábado, 19 de enero de 2013

Las razones de Valdés


Nada es para siempre y menos en el fútbol, y esta vez Víctor Valdés nos lo ha recordado con crudeza, dejando de lado cualquier tentación al sentimentalismo. El portero indiscutible del Barça, adonde llegó con 10 años, ha roto la armonía y le ha comunicado al club que no quiere renovar su contrato, que expira en junio del 2014. Se lo ha dicho a los representantes de la directiva sin entrar a negociar, sin valorar siquiera la nueva propuesta del club, y ha escrito un breve comunicado para trasladar su decisión a los medios de comunicación., Frío, distante y calculado, así lo quiere Valdés, sin lágrimas ni tristeza por una decisión estrictamente personal.

A partir de ahora, después de 10 temporadas de éxitos ininterrumpidos, Valdés pasará a estar en el ojo del huracán de la afición. Será así por la manera individualista con que ha decidido romper la cuerda. El portero de Gavà tiene todo el derecho a querer marcharse del Barça, y de hecho, la presión que conlleva el puesto y las exigencias económicas que siempre ha planteado para equipararse a los que más cobran instan también a preguntarse por qué no lo ha hecho antes. Sin embargo, el momento elegido es muy perjudicial para todos. Habla de una posición poco generosa con el club que se lo ha dado todo e, inevitablemente, esa frialdad con la que ahora Valdés le paga al Barça le va a hacer daño. La primera reacción es obvia: las sospechas que pueden abrirse sobre su rendimiento aconsejarán al Barça vender forzosamente a su portero a final de esta temporada.

Se dice que Valdés dejará a partir de ahora de ser querido por el barcelonismo. La realidad, cruda y sencilla, es que nunca lo ha sido. Es decir, no se le ha valorado como a otros. Si jugadores formados en la cantera como Puyol, Xavi, Busquets, Iniesta, Pedro, o el propio Messi, siempre han contado con el calor y apoyo de la afición, con el portero no ha ocurrido lo mismo. El fuerte carácter de Víctor Valdés, alguna salida de tono en las declaraciones y su tendencia a estirar la cuerda en todas las negociaciones ha forjado un clima de desencuentros y pequeñas polémicas que los socios del Barça no han olvidado en sus valoraciones. A Valdés se le ha aplaudido, sí, pero tanto como se le ha discutido. Y muchas veces de manera injusta. Lo que parece es que el portero de Gavà se ha cansado de ese entorno viciado y quiere volar, en sus palabras “a probar otras culturas y otro fútbol”.

¿Tiene motivos Valdés para elegir este momento para anunciar su marcha? Probablemente sí, y ciertas fuentes aseguran que lleva tiempo rumiando el adiós, instado por los petrodólares rusos y dolido por el escaso tacto que la directiva ha tenido con él. Valdés se ha cansado y quiere irse para probar otros retos, pero sus razones son, sobre todo, económicas. Su marcha debe entenderse como el fin de todo ciclo. No hay esta vez lazos sentimentales que valgan. No los quiere el jugador y los van a olvidar pronto el club y  la afición, obligados ya a pensar en otros porteros. Lo único que debe desearse, para quien ha sido un ejemplo de profesional, es que Valdés tenga una buena despedida.


Publicado en www.diariogol.com

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