sábado, 17 de diciembre de 2011

Un infortunio como estímulo

Amargo fue el  debut en el Mundial de clubs para el Barça, pese a la goleada contra el Al-Sadd de Qatar. Toda victoria que se precie tiene un coste, y la de ayer fue la grave lesión de David Villa. La titularidad del asturiano -- después de los rumores contaminados desde Madrid apuntando a su futura salida del club azulgrana--, le daba un gran protagonismo en el primer partido en Yokohama, pero nadie esperaba que, al final, lo tuviera por el lado más triste: una grave fractura de tibia que le tendrá sin jugar como mínimo cuatro meses.

Pese a la facilidad con la que gestionó su primer partido en Japón, hubo caras tristes en el Barça, porque es un golpe anímico duro de asimilar. El infortunio se ceba ahora con Villa, un delantero que ha entrado y salido del equipo titular en los dos últimos meses, pero sin dejar de ser importante para Guardiola. 'El Guaje' sobresale por su tenacidad y su esfuerzo constante por adaptarse a ese rol secundario a que obliga el liderazgo de Messi, y su ausencia se convertirá ahora en un estímulo para fortalecer el grupo cara a la final. La deberán suplir Alexis y Pedro, quien fue, por contra, la buena noticia del partido. Volvió a verse al jugador chispeante, veloz, activo y dinámico de siempre, en la perseverancia del Barça por abrir la tupida defensa de un rival rendido, que asumió su inferioridad desde el primer minuto.

 Antes de su esperado pulso frente al Santos de Neymar, lo que dejó el enfrentamiento fue la imagen de un Barça muy firme y concentrado, con el protagonismo de muchos secundarios. Y también un bello gesto: Keita levantando en brazos a Leo Messi, para enaltecer el pase del argentino antes que su propio gol. Simbolizó la humildad y reconocimiento del grupo hacia la figura que sabe agruparles a todos.

Publicado en Diario Público  16-12-2011

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