lunes, 5 de diciembre de 2011

Las diagonales de Cesc

Volvió Cesc  y regresó el Barça más imparable. Es un hecho incuestionable que el fichaje de Fábregas ha mejorado extraordinariamente el rendimiento ofensivo del Barça, por su capacidad para generar espacios frente  a la densidad de las defensas y, sobre todo, por su natural entendimiento con Leo Messi.  Más que por los dos goles que le marcó al Levante, lo que brilló ayer fue la influencia de Cesc en el juego del Barça. El exjugador del Arsenal unifica tres conceptos distintos en un perfil muy versátil. Puede ser eficaz como distribuidor, lanzador o asistente, pero es insustituible como mediapunta  porque ocupa con habilidad los espacios libres para irrumpir de manera imprevisible desde la segunda línea.  Si mejora el ataque del Barça es por sus movimientos constantes sin balón,  con los que también mejora la elaboración de Iniesta y Xavi.  Si se trataba de crecer –y eso parecía saberlo Guardiola--, no podía haber un fichaje mejor.

Sin desmarques, a veces es imposible elaborar las jugadas con verticalidad, y eso le ocurrió al Barça en Getafe, donde no fue casualidad que la asusencia de Cesc por problemas físicos se acusara mucho. Las diagonales de Cesc son oxígeno para el Barça. Y no sólo por su gran capacidad de remate, sino porque sus desmarques generan muchas ocasiones de gol, como el que marcó ayer el chileno Alexis, otro que también pide paso. Con estos dos refuerzos ya en plena forma, el Barça recobra su plenitud y llega en las mejores condiciones para hacerse respetar en el Bernabéu.

Publicado en Diario Público  4-12-2011 

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