lunes, 15 de julio de 2013

Rosell debe hablar

Lo que peor han llevado los barcelonistas, a lo largo de la compleja historia del club, son los engaños. Han sido bastantes los presidentes, técnicos y jugadores que se han agarrado a las medias verdades o a los silencios para justificar alguna de sus incomprensibles decisiones, con la única finalidad de no ser impopulares. Todo se tolera en el Barça menos la mentira, y uno de los que más lo pagó, por la falta de transparencia, confusión y conflictos en que derivó su gestión, fue el ínclito Joan Gaspart. Su mandato presidencial se recuerda por los socios como uno de los peores, pese a que el dirigente ha dado muestras sobradas de barcelonismo y pasión por el club.

Al socio y seguidor del Barça no le gusta que le den gato por liebre, pero se muestra complaciente cuando se le razonan las decisiones con argumentos. Desde que Sandro Rosell tomó el relevo de Joan Laporta y trató de cambiar los hábitos presidenciales, hay en el Barça una peligrosa falta de comunicación que entorpece el sólido trabajo directivo. Pep Guardiola supo capitalizar a su favor los agujeros comunicativos de la directiva y, mientras estuvo en el club, los socios se sabían a salvo. Cuando hablaba Pep, en sus ruedas de prensa, se sentían bien representados. Hablaba de todo, claro, diáfano y directo, y muchas veces aceptaba, incluso, llenar el vacío presidencial. Durante ese breve periodo junto a Rosell, fue hasta diplomático con el presidente, porque pudo airear sus muchas diferencias y no lo hizo, anteponiendo el bien del club.

También Rosell debía hablar con contundencia, y no lo hizo, cuando pudo justificar con claridad cómo se hizo el relevo de Guardiola. Rompió una promesa, emborronó la despedida del técnico más triunfal que ha tenido el Barça en toda su historia, y se arrogó la potestad de abrir un nuevo camino, sin marcar claramente el rumbo ni limpiar los resentimientos. Así las cosas, Rosell se ha dedicado a dejar que los resultados le aliviaran la necesidad de dar explicaciones, pero ni él ni sus directivos han sido capaces de aclarar toda la confusión que pende sobre muchos temas del club, como el verdadero estado de la enfermedad de Tito, la amenaza a Zubizarreta de dejarle sin colaboradores, los deslices técnicos con la cláusula de Thiago –a punto de irse con Guardiola al Bayern— o el recrudecimiento de las tensiones con el el expresidente Laporta y Johan Cruyff.

Los silencios permanentes de Rosell, justificados siempre en la delegación de poderes, han provocado ahora la inesperada tensión actual, avivada interesadamente por Pep Guardiola. Ha sorprendido que el diplomático extécnico del Barça cambiara su tono para atacar de repente a la actual directiva, pero los motivos los conocen de sobras el actual presidente y sus directivos, que no están haciendo nada para el tan proclamado reto electoral de unir el barcelonismo. Algo se están perdiendo los seguidores del Barça en un conflicto reabierto que durará toda la temporada y quizá hasta las próximas elecciones. Todas las partes se están posicionando. Cruyff y Laporta van juntos, y Guardiola se ha alineado junto a ellos. Le toca hacerlo a Rosell, y debe hablar ahora, para explicarse o justificarse, o simplemente para no caer en el páramo de los engaños, del que ningún dirigente ha salido vivo en el Barça.

Publicado el 12-07-2013 en www.diariogol.com


domingo, 30 de junio de 2013

La España blaugrana


El fútbol es de los centrocampistas, ha repetido Guardiola más de una vez, como un encendido elogio a la importancia de la técnica y el control del juego como fundamento de las victorias.  En sus cuatro años como técnico del Barça hizo depender el estilo de juego de la asociación entre Xavi Hernández, Iniesta, Busquets y Cesc Fábregas, que hoy son también el alma de la selección española más laureada de la historia. Como bicampeona europea y campeona del mundo, España ha disputado la Copa Confederaciones, y gracias a ese fútbol combinativo y preciso de los mediocampistas del Barça, por el que apostaron sin dudarlo Luis Aragonés y Vicente del Bosque, también está en disposición de disputarle a Brasil el único título que le falta en su largo ciclo de éxitos.


Como reflejo de lo que ha sido el torneo y el camino de España hasta la final en Río de Janeiro, la FIFA ya ha filtrado que Iniesta puede ser elegido como mejor jugador del torneo . Gane o pierda España y reciba o no el trofeo, es un gesto de merecido reconocimiento a la labor del jugador del Barça en el combinado de Del Bosque. Justo en el país que más ama el fútbol,  que ha encumbrado a los más grandes centrocampistas de la historia, el premio a Iniesta lo sería también a la apuesta de España y  tendría un importante valor simbólico. Sería también premiar a la creatividad con el balón y a la importancia del estilo con los que España, apoyada en el Barça, se ha servido para dar un gran salto de calidad. Y sucedería en un Brasil entregado a Neymar, pero que añora más talento en la ‘canarinha’. El país que entronizó a los Pelé, Tostao, Zico, Falcao y Sócrates admira hoy el juego español porque ve retratados en su rival las virtudes que no tiene, la imaginación y clarividencia de jugadores como Xavi, Iniesta o Cesc. 


Por primera vez en la historia, España se enfrenta a Brasil sin complejos, con los papeles en el campo muy cambiados. En el mítico Maracaná, la cinco veces campeona del mundo reconoce a los españoles el papel de favoritos, por su capacidad para dinamizar los partidos y defenderse con el balón cuando le apremian. Es la España blaugrana la que brilla ahora con el ‘jogo bonito’ y  la que seduce al mundo con su confianza para divertir y dominar.

Publicado en www.diariogol.com

lunes, 27 de mayo de 2013

Las comisiones que no se sabrán

Desde aquél ya popular ‘Chusín, el precio lo pongo yo’, que pronunciara el ínclito exgerente del Barça Antón Parera durante las negociaciones para fichar al brasileño Geovanni Deiberson, cada operación de traspaso que realiza el club, y especialmente en Suramérica, viene marcada por la falta de transparencia.  Una nube de intermediarios y agentes FIFA. que han crecido paralelamente a la entrada de los fondos de inversión y el troceamiento de los derechos de los jugadores, impiden conocer, en realidad, cuánto se paga por un jugador. Casi nunca las cantidades que se dan a conocer son las realmente ciertas. Y no iba ser menos en el caso de Neymar, modelo de futbolista del siglo XXI, cuyos intereses acaparan a un nutrido grupo de propietarios.

Las complejas relaciones entre intermediarios y dirigentes siguen poniendo demasiadas sombras en el mundo del fútbol. Cuando llegó a la presidencia del Barça, Sandro Rosell tuvo la oportunidad de cumplir una promesa electoral y poner luz sobre algunos de los asuntos más turbios de la era Laporta, como fueron los fichajes fallidos de los brasileños Keirrison y Henrique. Prometió en campaña la máxima transparencia de aquella siniestra operación, pero luego, ya en el poder, optó por guardar la información secreta y los números sin justificar bajo las alfombras. Un flaco favor a los intereses de los socios que le votaron, con lo que se mantiene abierto el camino de dudas y sospechas, ahora puesto, de nuevo, de manifiesto con el complejo fichaje de Neymar.

 No es casualidad en esta ocasión que reaparezcan hombres otrora vinculados a la empresa de representación Traffic, como el agente André Cury --¿es realmente el hombre de confianza del Barça?--, junto a otros conocidos agentes brasileños afines al jugador (Marcos Malaquías –quien también intervino en los traspasos de Keirrison y Henrique-- y Wagner Ribeiro –exrepresentante de Robinho y Kaká--), además de los numerosos dirigentes del Santos. Nadie explicará con claridad qué papel juega cada uno en esta jugada de póker en la que el Barça trata de salir vencedor.

 Lo oficial es que el acuerdo del Barça con el Santos alcanza los 28 millones de euros por el 55% de los derechos de Neymar. Por debajo, están las cantidades ocultas que se llevarán los otros diversos agentes que mueven a Neymar, crecidos con el interés desesperado de Real Madrid, Manchester City, Milan y Chelsea.  Estamos hablando de la empresa DIS y el grupo de inversores Teisa que se reparten el resto de la propiedad del jugador, verdaderos especuladores de la imagen de Neymar, que, visto el interés de los clubs, no van a vender barata su parte al Barça. Aunque desde el club insistan en que es Neymar quien ha decidido vestirse de blaugrana para abaratar el traspaso.

Rosell tiene una oportunidad única de cambiar las viejas prácticas del club, explicando minuciosamente lo que se paga a cada uno y por qué. Lo ideal y deseable sería que se presentaran, finalmente, todas las cifras del acuerdo. No se le puede negar de nuevo a los socios la posibilidad de enterarse de lo que cuesta esta macrooperación financiera, sobre todo cuando el club deberá endeudarse algo más y vender a otros jugadores para poder pagar a Neymar.  ¿O la cantidad final, como en otras tantas operaciones, no se podrá explicar porque hay demasiado que ocultar?

Publicado en www.diariogol.com

domingo, 28 de abril de 2013

La paciencia de Nadal



 Pese a la inclemencia de la lluvia, el torneo Godó de tenis ha vuelto a poner a Rafa Nadal en el centro de la atención. Tras una larga lesión de siete meses, el mallorquín ha irrumpido de nuevo al primer plano con su facilidad para dominar, con consistencia y seguridad, el juego en la tierra batida. Tiene muy pocos rivales que le hagan sombra. La suerte del Godó es tener cada año a Nadal como reclamo, porque está garantizada la pasión en las gradas y el seguimiento masivo de los niños. Es un ejemplo de motivación y exigencia, pero su dominio incontestable genera también un problema. Salvo su rivalidad con Djokovic, que le ganó en Montecarlo, Rafa gana con demasiada facilidad.

Nadal tiene en la paciencia, en el control mental en la pista, el mayor de sus secretos. En el tenis sobre arcilla, la elaboración del punto siguiendo una estrategia es uno de los aspectos clave. Quien se acelera, o no controla la ansiedad de los puntos largos, como les ocurre a los ‘pegadores’, acaba al final por perder el punto. Nadal desgasta tanto a sus rivales que los aplaca por desgaste.  Si tiene que golpear la bola 20 veces, lo hace 20 veces, no 19. Si para encontrar la ocasión propicia tiene que prolongar el peloteo a 10 golpes, a 12 o a 15, lo prolonga. El secreto está en la elección del golpe ganador. Hay momentos en que aparece la ocasión de conectar el ‘winner’, pero tiene el 70% de probabilidades de que salga bien. La clave es esperar otros 5 golpes y entonces las probabilidades aumentan al 85%. Hay que estar alerta, ser paciente, no precipitarse. Lo más difícil del tenis y lo que Rafa hace a la perfección.

Lo ha vuelto a demostrar esta semana en Barcelona, y en esa fortaleza no hay nadie que le supere. Incluso Ferrer, un gladiador en las pistas, ha claudicado esta vez, al no llegar con una buena preparación mental al torneo. Nadal se ha ido quedando solo, y otra vez su regularidad y su capacidad de exigencia han sido la salvación del torneo. Es un lujo contar con él, por cómo se exige a sí mismo en cada partido y por cómo domina las técnicas de concentración. Y estar concentrado significa hacer en todo momento en la pista el plan de juego previsto, no cambiarlo nunca. Significa disciplina, capacidad de contención cuando surge la tentación de jugarte el punto, tener la  impaciencia o la frustración bajo control. Y esa es el arma desequilibrante con la que casi siempre Rafa impone su ley.

Publicado en www.diariogol.com

sábado, 23 de marzo de 2013

Amistad rota


Anuncian que Tito Vilanova está a punto de regresar a su puesto de trabajo en el Barça después de una convalecencia en Nueva York para tratarse de su enfermedad. Es una gran noticia la paulatina recuperación del primer entrenador del Barça, que ha vivido estas semanas con la paradoja de tener muy cerca –pero a  la vez muy lejos—al amigo de infancia y luego inseparable compañero de viaje en los cuatro intensos años de aventura en el Barça. Las casualidades hicieron que Vilanova realizara la recuperación del cáncer que padece en una clínica de Nueva York, donde su amigo (o ya examigo) Guardiola decidió tomarse un año sabático y huir de la ciudad donde conoció gloria y triunfos al lado de Tito.  

¿Qué ha pasado entre los dos? Quizá es uno de los secretos que tendrá que aclarar Vilanova a su regreso, o en algún momento tendrán que afrontar ambos para evitar las especulaciones. La extraña situación de coincidencia en la misma ciudad donde Guardiola quería alejarse y poner un punto y aparte en su etapa en el Barça ha  propiciado que se ponga al descubierto la constatación de una amistad rota. La forma en que el club tomó la decisión de suplir a Guardiola y el silencio de Tito en algún momento clave de aquella decisión abrieron un abismo entre los dos inseparables amigos. Luego la distinta forma de valorar aquél momento se ha ido llevando por delante la complicidad de sus muchos años de relación.


Los resentimientos han podido más que las explicaciones, y los dos han optado por seguir su camino sin más. Ha bastado un breve y cordial café entre Pep y Tito para guardar las apariencias, interesarse por su salud y desearse suerte en el futuro.  Pero no ha habido fotos, ni largos paseos, ni tiempo para la reflexión mutua sobre sus largas vivencias, que haría entender la estrecha unión que tuvieron ambos en el Barça, hoy desgastada por la decepción.  Guardiola no le guarda rencor a Vilanova porque aceptara la oferta del Barça, aunque no le perdona que siguiera la estrategia de Zubizarreta y Rosell para tapar, con aquella importante decisión,  el protagonismo del extécnico azulgrana en la rueda de prensa en la que comunicó su adiós. Aquellas formas le hicieron daño a Pep y el disgusto le hizo olvidarse de los disfraces.  Con el director deportivo y el presidente no hay disimulo ni relación alguna. Ni siquiera se hablan. 

La estancia en Nueva York le ha servido a Guardiola para distanciarse de un periodo triunfal en el que quedó agotado, y también muy desilusionado con Vilanova.  Mientras recupera el tiempo con la familia y aprende inglés y alemán, ha puesto ahora su único punto de mira en su nuevo desafío con el Bayern  Múnich. En Alemania abrirá una etapa nueva, junto a su otro inseparable Manel Estiarte, para tratar de enfriar la tensión del pasado.  El tiempo acostumbra a curar todas las heridas, pero parece que este distanciamiento entre Pep y Tito va a ser irreversible. Cuando surge el reproche de la deslealtad nada puede volver a ser como antes.  Y sólo queda frialdad.

Publicado en www.diariogol.com

domingo, 10 de febrero de 2013

Neymar y la foto de Messi



Las imágenes de la renovación de Leo Messi con el Barça hasta el 2018 han dado la vuelta al mundo e inundado las redes sociales. Han sido la confirmación y exposición  pública de un gran éxito del club azulgrana, por su apuesta y apoyo al jugador desde pequeño, y por una relación fructífera de respeto, cuidado a su trayectoria y, sobre todo, valoración. El resultado ha sido un entendimiento perfecto, que ha traído títulos al club y éxitos personales a la estrella, como los cuatro Balones de Oro. La imagen del acuerdo y la firmeza de la unión trascienden el simple pacto económico. Nadie cuestiona hoy lo que le cuesta Messi al Barça, que pasará a ser el jugador más bien pagado del mundo, con 17 millones de euros anuales y la conservación de sus derechos de imagen como una parte importante del acuerdo. Sólo por ellos, el argentino tiene suscritos 20 millones de euros en contratos publicitarios.

Messi se identifica con el Barça y ese es el más visible triunfo del club, todo un mensaje potente que lanzar en el mercantilizado mundo del fútbol. Son muchos los clubs que miran con envidia la operación económica y publicitaria que el Barça ha logrado con el mejor jugador del mundo. De ahora en adelante, la necesidad de encontrar las estrellas mediáticas del futuro con las que garantizar los máximos ingresos va a provocar una espiral de competencia terrible entre los grandes clubs, y lo que ha conseguido el Barça es situarse con ventaja en la carrera por el valor añadido que le da la felicidad de Messi. Pero no hay tregua en esa competición para captar al delantero emergente al que se le vean condiciones de llegar a lo más alto. Basta ver los palcos de los estadios de la Copa de África o del Suramericano Sub-20 llenos de emisarios de los grandes clubs europeos a la caza de las futuras estrellas.

Todos quieren al nuevo Messi, y el mejor situado para sucederle es el brasileño Neymar, a quien el Anzhi ruso, el PSG o el Manchester City comprarían hoy a cualquier precio. El club inglés, barrido dos años seguidos de Europa, es hoy una de las verdaderas amenazas para el Barça en la contratación del brasileño, por la urgente necesidad de impulsar el nuevo proyecto de los jeques, que gestionan Ferran Soriano y Txiki Begiristain . Pero, ¿cuánto vale hoy Neymar?  Esa es la pregunta que el padre y los agentes de uno de los delanteros más prometedores del planeta no quieren aún responder, aunque tengan diseñada toda una poderosa estrategia de negociación para sacarle partido al diamante que tienen entre manos.

 Pese a que Sandro Rosell fue listo al adelantarse y pagar 10 millones para bloquear cualquier futura negociación del Santos, parece obvio que, con el precedente de Messi, no va a ser una operación sencilla. Va a ser difícil competir con los petrodólares y será el círculo de Neymar quien al final impondrá el precio, además de la propia voluntad del jugador. Con los valores y el prestigio son con los que el Barça va a tener que competir, mucho más que con el dinero de su oferta. Y no hay mejor argumento para persuadir a Neymar que la sonrisa que luce Messi tras vincularse al Barça hasta los 31 años. Un contrato que lleva la firma del agradecimiento y la fidelidad.


Publicado en www.diariogol.com

miércoles, 6 de febrero de 2013

El ‘bolo’ de Qatar


Las dificultades financieras por las que pasan algunos clubs de la Liga española están dibujando un panorama dramático, que ha exigido una reacción desde los organismos de poder del deporte. Al fin, se han decidido a poner un límite al descontrol en los fichajes y a una imparable deuda, que ya supera los 3.500 millones. Esa triste realidad de muchos clubs españoles, en concurso de acreedores y al borde de la quiebra, retrata con crudeza un modelo económico insostenible. Es el lado negro del fútbol español que contrasta, paradójicamente, con la bonanza que vive la Federación Española de Fútbol y su inagotable explotación de los éxitos de la selección.

El miércoles que viene España jugará un nuevo amistoso, esta vez frente a Uruguay y en Qatar, el país que está ahora en el punto de mira por sus ‘generosos’ patrocinios deportivos --entre ellos, el Barça— y las sospechas de corrupción para hacerse con la organización del Mundial 2022, denunciadas por el semanario ‘France Football’. Han salpicado a una trama de dirigentes, entre los que están Ángel Máría Villar y Sandro Rosell.  Nunca ha habido transparencia en el dinero que financia el Emirato y, en medio de los supuestos favores y pactos ocultos, lo único cierto es que la Federación se embolsará tres millones de euros por un ‘bolo’ con sus internacionales. Continuará así con una rentable explotación del título mundial por todos los continentes, medida paliativa para sus arcas y que ha permitido al presidente Villar renunciar a las subvenciones del CSD y, de esta manera, a la fiscalización de las cuentas federativas que le pusieron contra la pared.

 Los partidos de España y el prestigio actual de sus futbolistas esconden la situación límite de muchos de sus clubs, y la pérdida de prestigio de la Liga, mal gestionada y peor administrada. La situación la quieren paliar ahora la LFP y el CSD con un nuevo reglamento económico que, a partir de la próxima temporada, controlará a aquellas entidades que no tengan saneadas sus cuentas para impedirles fichar. Son tiempos de apretarse el cinturón, salvo para la Federación, que exprime a los internacionales españoles con alegría, buscando el dinero allá donde sea, Panamá, México o los petrodólares de Qatar. A Villar, preocupado únicamente por los contactos internacionales, le sigue yendo bien mirar para otro lado

Publicado en www.diariogol.com