viernes, 7 de diciembre de 2012

De Ucrania a Gibraltar



Michel Platini, en el Comité Ejecutivo de la UEFA. EFE
El fiasco organizativo de la pasada Eurocopa de Ucrania y Polonia ha tenido consecuencias para el futuro. Cuentan en la UEFA que cuando su presidente, Michel Platini, analizó los fallos logísticos, la mala calidad de algunas infraestructuras, la especulación con los precios y las camas de los hoteles,  los problemas de telefonía y la falta de vuelos directos para enlazar las ciudades se propuso ‘inventarse’ una nueva Eurocopa para el futuro.  Vino a ser el fin de los experimentos para expandir el negocio del fútbol a países que aún luchan por alcanzar el nivel de la Europa del desarrollo y bienestar. Un cambio para el siglo XXI, o así se quiere vender, con el envoltorio de la innovación y el crecimiento futuro del torneo.

 El proyecto que acaba de anunciar la UEFA de una Eurocopa itinerante por todo el continente para el 2020 nace de la insatisfacción que dejó la última experiencia. Allí, en tierras ucranianas, el organismo europeo se demostró incapaz de garantizar la eficacia de los servicios y controlar las prácticas fraudulentas.  Las críticas que le llovieron desde muchos frentes han servido para escribir el final de la coorganización en dos países distintos. Durante años esa fórmula había contentado las aspiraciones de países pequeños, y les permitió repartirse la responsabilidad sobre la compleja organización de alojar y celebrar partidos de 16 selecciones.

Francia marca, además, otro camino. Iniciará en el 2016 la organización de una Eurocopa con 24 equipos, un aspecto que añade muchas más exigencias para albergar el evento.  Será la última sede única. Y con la idea de vender una Europa unida y sin fronteras, los requisitos que impondrá la UEFA para la edición del 60º aniversario del 2020 sólo estarán en la mano de los países más avanzados en infraestructuras, aeropuertos y estadios.  En el borrador del futuro torneo están ya los nombres de Londres, París, Roma, Berlín, Moscú, Basilea, Bruselas, Amsterdam, Viena, Zagreb, Lisboa y también Madrid, aunque luche en el mismo año por organizar los JJOO, junto a Tokio y Estambul.

Àngel María Villar y Michel Platini.
La Federación Española apoya inicialmente el proyecto, aunque en estos momentos no es su prioridad, sino encontrar la fórmula de parar el negro nubarrón que se le viene encima.  Después de que la UEFA admitiera  a Gibraltar como miembro provisional el pasado mes de octubre, tras una sentencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), todos los apoyos que da el presidente Villar en el Ejecutivo europeo son a cambio de otro favor ‘político’: que Platini vete finalmente la admisión de Gibraltar como miembro de pleno derecho. Las presiones son de toda índole. La decisión será en mayo del 2013,  pero Villar y el Gobierno español ya han anunciado que seguirán oponiéndose "con todos los medios jurídicos posibles".

Publicado en www.diariogol.com 

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